Yoga en el embarazo | Beneficios y contraindicaciones

Yoga en el embarazo es una excelente combinación para tu salud física y mental. Si nunca lo has practicado antes ahora es un buen momento para comenzar

Practicar yoga en el embarazo es una de tus mejores opciones para mantenerte activa, ágil y relajada. Los estudios que al respecto se han realizado demuestran que los beneficios son incontables tanto para la madre como para la criatura. Y es que se trata de ejercicios que puedes hacer con confianza por su bajo impacto; siempre que tu médico te lo autorice.

El yoga ha probado ser muy efectivo en mujeres aquejadas por depresión o ansiedad a causa de su condición de gravidez. En especial cuando se combina con actividades meditativas

De este modo se ha encontrado que resulta más benéfico que caminar o incluso que los ejercicios indicados en los cursos prenatales. Además, es útil para controlar el estrés y desde el punto de vista físico fortalece el sistema inmunológico, haciéndote resistente a las enfermedades. Por otro lado, te hace más flexible para el momento del parto, aumentando las posibilidades de que sea natural y menos doloroso.

Actividades de yoga en el embarazo que si puedes practicar

Las asanas o posturas específicas para cada etapa de la gestación deben ser coordinadas por un instructor experimentado que esté al tanto de tu condición. A continuación veremos de qué manera hacerlo:

Primera etapa (Inicio – Semana 12)

Durante el primer trimestre, básicamente te estás adaptando a tu estado y por tanto, debes tomarlo con un poco de calma. Practica ejercicios de respiración profunda y relajación; sin hacer movimientos bruscos. Eso te ayudará a eliminar la ansiedad natural de ese período. Es preferible que las rutinas las hagas en el suelo a fin de prevenir mareos o peligrosas caídas. Olvídate del saludo al sol.

 Segunda etapa (Semanas 13-24)

En el segundo trimestre ya tendrás mayor fortaleza y resistencia; aparte de que los niveles hormonales fluctuarán menos. Esta es la etapa adecuada para hacerle espacio a tu hijo con esfuerzos que favorezcan la expansión uterina. Seguirás desarrollando los músculos estabilizadores de la cadera y el piso pélvico. También debes fortalecer la musculatura de la región dorsal y de los hombros.

Tercera etapa (Semanas 25 – Final)

Durante el tercer trimestre te sentirás muy pesada e incómoda. Así, el objetivo será proporcionarte la máxima comodidad y prepararte corporal, psicológica y espiritualmente para dar a luz. En esta etapa realizarás movimientos más energéticos y combinar los estiramientos con los lapsos de respiración profunda; sin olvidar la relajación. Aprenderás a visualizar el parto de una manera agradable y placentera.   

"Durante el embarazo, los ligamentos y las articulaciones están sometidos a grandes presiones... En este sentido, se debe preparar el programa y las clases de ejercicios prenatales que se prolongarán durante todo el embarazo... También se puede hacer ejercicios sola"        - Wikipedia.org -

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Contraindicaciones del yoga en el embarazo

Ya hemos mencionado algunas posturas que dependiendo de la fase en la que te encuentres, no debes hacer. Asimismo, debes evitar cualquier actividad que te exija demasiado, por ejemplo, ashtanga y concentrarte en el reconocido yoga prenatal que te resultará seguro. No te sometas a altas temperaturas, ya sea ambiental o como parte de los ejercicios; el lugar de trabajo debe contar con una ventilación apropiada.

Evita aquellas asanas que te presionen el vientre, que te exijan estirar demasiado el abdomen o acostarte sobre la espalda; tampoco hagas las posturas invertidas o semi-invertidas. En las primeras subes los pies por encima de la cabeza; mientras que en las segundas es el corazón el que que queda en una posición elevada. Debes sentirte cómoda realizando cada ejercicio y no forzarte en exceso; si te quedas sin aire o no puedes hablar entonces exageraste.

Interrumpe la actividad si se te presenta una hemorragia vaginal, dolores de cabeza, mareos, contracciones, paralización del movimiento fetal u otros síntomas alarmantes.

En conclusión, el yoga en el embarazo te ayudará en variadas formas incluyendo reducción de los dolores de espalda por la adopción de una mejor postura. Además, podrás dormir mejor y desarrollar una conexión más cercana y fuerte con tu bebé. Consulta con tu médico antes de participar en la primera sesión y en caso de que se te presente algún dolor o incomodidad inesperado.

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