Las rabietas infantiles son uno de los mayores retos que tiene una mamá. Aprende a controlarlas, siguiendo los pasos que compartimos a continuación
Las rabietas infantiles pueden convertirse en un quebradero de cabeza, seas mamá primeriza o no. Es probable que este tipo de episodios se presenten en algún periodo de la infancia de tu hijo. A algunas madres nos toca hacerle frente con mayor frecuencia que a otras.
Con lo anterior, no deseamos desanimarte. Por el contrario, el objetivo es dar a conocer los recursos y estrategias que puedes utilizar para actuar adecuadamente en estos eventos de mal comportamiento de tu hijo.
La educación no es la preparación para la vida. La educación es la vida en sí misma" - John Dewey - Historiador y Filósofo estadounidense
¿Cómo reaccionar ante las rabietas infantiles?
Debes saber que no es sencillo lidiar con los berrinches de un niño. Calmarlo con éxito puede ser agotador, pero atenderlo a tiempo y de la mejor manera te ayudará a fortalecer el vínculo afectivo entre ambos. Sigue estos puntuales pero muy valiosos consejos:
1. Mantén la calma durante las rabietas infantiles
Aunque te sientas tentada a enfadarte, procura mantener el control. Tu hijo se comporta de esta manera, porque no conoce otras formas de manifestar su descontento. Sé paciente y enséñale a superar los conflictos mediante el diálogo.
2. Habla con él
Con la rabieta, tu hijo intentará obtener lo que le has negado. Serenate, explícale por qué no has satisfecho su deseo. Siempre que sea posible, dale alternativas o condiciona la aceptación de su petición inicial diciéndole, por ejemplo, “si te comes las verduras, trataré de comprar el helado que deseas”.
3. Abrázalo
Puede parecerte fuera de lugar, pero en ocasiones, la solución es darles una muestra de cariño. Muchas veces, el berrinche es una forma de demandar el afecto o atención que necesitan. Un abrazo, puede ser el primer paso para una conversación calmada.
4. Actúa con autoridad
Si insiste con la rabieta, no te doblegues ante ella. Enséñale a respetar tu autoridad y a elegir otros modos de expresar su descontento. Por tanto, ignóralo. Si eres paciente, él desistirá.
5. Conversa con él
Apenas logres disminuir su enojo, platiquen nuevamente. En este punto, puedes hacer pequeñas concesiones, con el fin de demostrarle la efectividad de una petición respetuosa.
Lo que no debes hacer ante las rabietas infantiles
En la mayoría de los casos, el problema no radica en que nos quedamos indiferentes ante la situación. Por el contrario, muchos de los berrinches se salen de control, porque realizamos acciones que promueven la actitud agresiva en los niños.
Gritar o lastimar al niño, enojarte y perder el control, son parte de las actitudes que refuerzan las rabietas infantiles
Si tiendes a reaccionar así, no dudes en buscar orientación profesional. De esta manera, aprenderás a abordar con acierto esta clase de situaciones y ambos saldrán airosos.
Actuar de forma inadecuada en el momento del conflicto, traerá como consecuencia resultados muy opuestos a lo que nos habíamos planteado al inicio. Recuerda "después de la tormenta viene la calma".
