¿Sabías que existe un frasco de calma que puede detener las rabietas de tus hijos? No es un mito, sino una realidad. Descubre aquí de qué se trata
¿Detener las rabietas infantiles con un envase desechable? Pues sí, existe un "frasco de calma" para controlar a tus hijos. Aunque parece sacado de un cuento infantil, se trata de una genuina solución descubierta por la Dra. María Tecla Montessori. Su propuesta consiste en crear un elemento distractor, que ayude al niño a retomar la tranquilidad cuando se siente molesto.
"La rabieta ocasional en los niños se considera parte de su proceso normal de maduración y se origina en una frustración por no poder imponer su voluntad" - Wikipedia.org -
A simple vista, parece una alternativa muy sencilla para ser cierta. Sin embargo, esta iniciativa de la Dra. Montessori está fundamentada en años de investigación en pedagogía infantil. De igual forma, la respalda el testimonio de muchas madres que han quedado sorprendidas con sus resultados. Si quieres comprobarlo por tu cuenta, sigue las instrucciones que te daremos a continuación.
¿Cómo hacer un frasco de calma?
Si eres amante de las manualidades, esta solución te va a encantar. Si, por el contrario, este tipo de tareas no es lo tuyo, ¡tranquila! Pues, es muy fácil de hacer.
De hecho, es muy probable que tengas en casa lo que necesitarás. Hay diferentes formas de elaborar un frasco de calma, pero básicamente se elabora utilizando cinco materiales:
- 1 frasco transparente con tapa. Puede ser de vidrio, pero por seguridad, es recomendable optar por el plástico.
- 1 o 2 cucharadas de pegamento con brillo, según el tamaño del frasco.
- 4 cucharaditas de purpurina o escarcha del color que quieras.
- 1 gota de colorante.
- Agua caliente.
Adicionalmente, hay quienes añaden champú porque su densidad es distinta a la del agua y el pegamento. Ello contribuye a que los elementos se muevan en distintas direcciones y velocidades.
En cuanto a la tapa del frasco, es buena idea sellarla con una pistola de silicón. Así mismo, es recomendable ser creativas y añadir figuras que llamen su atención. En todo caso, añade o quita elementos según los gustos de tu hijo, teniendo en cuenta que eventualmente deberás fabricar uno nuevo.
¿Cómo usarlo de manera adecuada?
Cuando los niños se tornan desobedientes o pierden el control, es muy probable que nosotros también nos estresemos. Ante todo, es esencial actuar con racionalidad, dándoles ejemplo de cómo deben comportarse.
En consecuencia, debemos emplear esta técnica según lo que en realidad es: un medio que estimula la creatividad de los niños; dado que es así como surte un efecto tranquilizador en ellos. También, es un recurso útil para enseñarles la importancia de controlar sus emociones negativas y enfocarse en alternativas positivas y constructivas.
Lo que no podemos hacer con un frasco de calma, es usarlo como medio de castigo contra nuestros hijos
En el momento en el que ellos sientan que se los damos como represalia, lo rechazarán y agravaremos la situación. En lugar de ello, enseñémosles a usarlo apropiadamente, a respirar y retomar juntos la tranquilidad perdida. Incluso, puede llegar a ser un elemento útil para toda la familia.
