Algo que preocupa mucho a las madres es que su pequeño presente fiebre, pero ¿sabes qué hacer en estos casos? Descubre con nosotros como tratar este síntoma
La existencia de fiebre significa que el organismo se está defendiendo muy bien ante la presencia de gérmenes. Es normal sentir angustia cuando nuestros hijos presentan calentura, sin embargo, debemos dejar que cumpla su función. Lo más recomendable es hacer uso de un termómetro para determinar si existe hipertermia en el infante.
La fiebre es el aumento de la temperatura por encima de la normal de nuestro organismo. En condiciones regulares, nuestro cuerpo se mantiene alrededor de 37°C. Ahora bien, tomada desde la axila, hay calentura cuando alcanza y pasa los 38°C.
La fiebre no es un signo de enfermedad, es la advertencia de que nuestro cuerpo está atravesando un proceso infeccioso. Pero cuando ocurre a un bebé hay que prestar mayor atención
¿Cuáles son los síntomas de la fiebre?
Algo que hay que tener presente es el comportamiento del niño, cuando un chico activo esté tranquilo y somnoliento puede estar presentando un cuadro febril. También, puede presentar inapetencia, síntomas de resfriado, sudoración en exceso estando inactivo, tos, cambio de humor. Incluso en algunas oportunidades la piel se enrojece, en otras parece pálida acompañada con vetas moradas.
Además de tener una temperatura mayor a 38°C, el pequeño puede presentar escalofríos, sus extremidades pueden estar muy frías, aunque el resto de su cuerpo al tacto esté caliente. Entre otros síntomas se notan sus ojos abrillantados, presentan una respiración agitada y sus pulsaciones se aceleran.
¿Qué hacer ante la fiebre?
Lo primero que hay que hacer si estamos frente a un infante con sospecha de fiebre es medir su temperatura. Debemos usar un termómetro y podemos tomarla en distintas zonas, pero la más recomendada es en la rectal. Tenemos que dejar que el organismo se defienda de la infección, pero podemos intervenir para intentar bajarla.
La única razón por la que deberíamos suministrar medicamentos al niño es porque se encuentra incómodo. Lo importante es suministrar solo el medicamento y la dosis indicada por el pediatra, regularmente se receta ibuprofeno o paracetamol. No es recomendable dar baños de agua fría para bajarle la calentura, una ducha de agua templada le refrescará.
"No es eficaz la aplicación de paños húmedos o con hielo y hay que prohibir rotundamente las friegas con alcohol (puede producir intoxicación etílica por inhalación) y los baños con agua fría (producen vasoconstricción cutánea)... y aumentan el malestar del niño" - pediatríaintegral.es
¿Cuándo se debe consultar al pediatra?
Aunque el infante presente frío no es recomendable abrigarlo en exceso, por el contrario, hay que mantenerlo desabrigado. No es bueno alternar las medicinas, salvo exclusivas indicaciones médicas, tampoco se debe dar medicamento más a menudo de lo indicado. Asimismo, es apropiado mantener al bebé hidratado, por lo que debemos ofrecerle bastante líquido.
Sin embargo, se debe esperar 24 horas antes de llevar al niño a consulta si tiene un comportamiento normal. A veces los médicos no pueden dar un diagnóstico si la consulta es prematura. Sin embargo, si se detecta la existencia de una enfermedad o virus grave, hay que acudir inmediatamente.
Para resumir, la fiebre es una manera del organismo de defenderse de una posible infección viral o bacteriana. Siempre debemos usar un termómetro, preferiblemente digital, y dependerá de la zona donde será tomada la temperatura, para determinar si el niño tiene la temperatura alta. Si seguimos las instrucciones del médico y la calentura no cede, es hora de acudir al servicio de emergencia.