Un niño con aprendizaje lento puede representar una fuente de preocupación para sus padres. Aprende aquí como actuar frente a esta situación
Se define aprendizaje lento a la condición en la que se manifiesta desinterés, dificultades de atención e incapacidad de concentración. Los niños con dicho problema presentan un bajo rendimiento escolar producto de su inmadurez en las áreas cognitivas o verbales. Por lo general, muestran el desarrollo esperado, aun cuando pudiera darse el caso de que sufran de otros problemas.
Esta falla también se observa en chicos con deficiencia cognitiva, limitaciones severas de audición y alteraciones relativas a la psicomotricidad. En ningún caso los pequeños se desenvuelven con normalidad, principalmente, por sus deficiencias de memoria. Veamos a continuación las diferentes manifestaciones de esta disfuncionalidad.
"Dificultades en el aprendizaje, son también llamados trastornos específicos del aprendizaje, se refiere al conjunto de problemas que pueden experimentar los alumnos a lo largo de su vida" - Wikipedia.org -
¿Cómo se evidencia el aprendizaje lento en el aula?
Ante un bajo desempeño académico, relaciones sociales y auto-imagen los niños se ven afectados, generando problemas de comportamiento, ansiedad y depresión. En la escuela se suele observar:
- Dificultad en el procesamiento de la información suministrada por el maestro.
- Falta de interés, motivación y baja autoestima a causa de sus frecuentes frustraciones.
- Incapacidad en la estructuración y ejecución de las tareas para la casa.
- Necesidad de efectuar constantes repeticiones de manera de poder lograr la retención de los temas estudiados.
- Un razonamiento sencillo con una clara preferencia por los aspectos prácticos y concretos.
- Mejor rendimiento frente a las preguntas cortas y las teóricas.
A pesar de lo seria que luzca la lista anterior, estos niños no requieren de una escuela especial. Solo necesitan maestros sensibles y comprensivos que respeten su ritmo y les atiendan con cariño.
Controlados bajo metodologías apropiadas mejoran y aprenden casi hasta el nivel de los compañeros, aunque con lentitud. Y, ¿Qué pueden hacer los padres para ayudarles?
Consejos a seguir desde el hogar
Si tienes un hijo que le cuesta aprender, lo importante es apoyarle pacientemente sin forzarlo, utilizando un vocabulario motivador. No aumentes el peso que ya soporta mostrándote frustrada, molesta o comparándolo con sus hermanos. Más bien, alábalo con propiedad por cada éxito logrado.
Ayúdalo, pero domina y evita el deseo de querer hacerle las cosas. Esto envía un mensaje equívoco de inutilidad y dependencia. Revisa que las exigencias escolares sean adecuadas a su edad y mantén una vía de comunicación abierta con el docente. Enfócate sobre todo en que logre las destrezas básicas para la vida: lectura, escritura y operaciones matemáticas elementales.
Concluyendo, si tu hijo presenta aprendizaje lento no desesperes ni pierdas la calma en ningún momento. Estimula su interés por los estudios y premia debidamente sus éxitos; por pequeños que parezcan.
Provéele de un ambiente agradable y dedicado donde pueda concentrarse a hacer las tareas. Y por último, ámalo sin condiciones y con esperanza, algunos grandes genios de la historia sufrieron del mismo problema.