Compotas | ¿Cómo prepararlas en casa?

A la mayoría de los niños les gusta comer compotas, la buena noticia es que no siempre tienes que comprarlas, aquí te diremos cómo hacerlas fácilmente

Una de las preocupaciones que puedes tener al comprar compotas en un supermercado es desconocer la cantidad de elementos químicos que contienen para conservarlas por mucho tiempo. Aunque existe una amplia variedad, además de que resulta muy práctico solo destapar un envase y servir, no quiere decir que no puedas darle a tu bebé algunas hechas por ti misma.

Te sentirás muy segura al saber cuáles ingredientes utilizas, puedes variarle y además, te ahorrarás el viaje y seguro algo de dinero. Lo perfecto sería que cuando hagas la compra para tu casa de legumbres y verduras, incluyas las frutas para preparar las compotas.

"La transición de la lactancia exclusivamente materna a los alimentos familiares, lo que se denomina alimentación complementaria, normalmente abarca el período que va de los 6 a los 24 meses de edad" - Organización Mundial de la Salud (OMS) -

Recetas de compotas para prepararlas en casa

Puedes ser la chef exclusiva de tu pequeño y darle a conocer nuevos sabores al preparar estas simples recetas. Hacer compotas es más sencillo que preparar cualquier otro alimento. Es importante que mantengas siempre la higiene y laves bien las frutas y dispongas de envases para almacenarlas en la nevera. Entre las más destacadas se encuentran:

Compota de lechosa

Es una de las frutas más ricas en altos componentes y valores alimenticios, así que debe estar en la dieta infantil. Cabe mencionar que cuenta con vitamina C, aumentando las defensas naturales y es antioxidante al aportar vitamina A mejorando la salud de la piel.

Al poseer mucha fibra ayuda con los problemas de estreñimiento. La lechosa o papaya tiene abundantes propiedades que sin duda proporcionará beneficios nutricionales al bebé, fortaleciendo su sistema inmunológico.

Esta es una receta súper sencilla y aporta gran cantidad de fibra a tu bebé. No necesitas cocinarla. Lo que tienes que hacer, es cortar en pequeños trozos la fruta y con un tenedor o en la licuadora, con poca agua, procesa hasta que quede como un puré. Debes triturarla bien para que no queden trozos enteros y ¡listos! A comer.

Compota de pera

¿Habrá algo más rico? Es apetitosa, tiene mucha fibra y una textura muy suave. Es especial para que tu pequeño coma algo rico y saludable. Posee un alto contenido de potasio y junto al calcio que le proporcionamos al bebé, actúa sobre la formación ósea. 

Además, cuenta con bajo contenido de sodio e hidrato de carbono, es antiinflamatoria y cuando se consumen muy maduras ayuda a mejorar los problemas digestivos. Rica en betacaroteno, ácido fólico y vitamina C, entre otras propiedades.

Para esta deliciosa compota, debes quitarle la piel a la fruta, busca una que sea de tamaño mediano. Después, pícala en trozos, asegurándote de eliminar la parte donde están las semillas.

Realiza esta rápida receta siguiendo los pasos a continuación. En una olla con agua, hierve la pera picada y déjala cocinar por 20 min. Finalmente procesa y ponla a enfriar, para que tu niño pueda degustar tu gran preparación. Debes estar atenta a que al pasar los días la mezcla no se obscurezca o tenga olores fuertes.

Compotas - de frutas - Mamás360

Un clásico de las compotas

Compota de Manzana

Este es un clásico que no puede quedar por fuera. La manzana ayuda a la formación de los huesos de los bebés y tiene un muy bajo contenido de hidrato de carbono. Además tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a revertir los problemas digestivos como la diarrea.

Precisas de una manzana grande y roja. Asimismo de 150 ml de agua y listo. Si gustas puedes agregarle un poco de leche (la que te recomiende el pediatra de tu bebé). Para empezar debes quitarle el corazón y la piel a la manzana. Seguidamente, tienes que cortarla en trozos y poner en una olla con el líquido.

Cuando hayan pasado 10 min debes retirar del fuego la olla y dejar enfriar para luego procesar. En este momento es cuando puedes agregarle la leche si así lo deseas. Cuando obtengas una mezcla homogénea, reservas y pones en un recipiente para que se enfríe.

Es recomendable que en cualquiera de las preparaciones tengas presente que debes servir solo la porción que creas que tu bebé se comerá.

Estas mezclas pueden durar hasta 3 días en la nevera, después debes desecharlas

Existen muchísimas más recetas, pero te aseguramos que cuando te atrevas a preparar la primera de esta lista no querrás que tu bebé coma otras compotas que no sean las que tú les hagas.

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