Manejar la conducta de un niño en una consulta de odontología puede ser un reto bastante comprometedor para el especialista. Veamos cómo lo puede lograr
Es un hecho que manejar la conducta de los niños frente a una consulta en odontología, puede representar parte del éxito de cualquier tratamiento. El desconocimiento, posiblemente les haga sentir miedo y en consecuencia estos asumen una actitud de rechazo y de rebeldía a la hora visitar al especialista.
Existen diversas técnicas que ayudan a que el niño modere su conducta y coopere con lo que sea necesario durante la consulta. De acuerdo con cada acción se obtiene una reacción y si se dan pasos seguros no habrá ningún inconveniente, e incluso, puede que el pequeño hasta se emocione cuando llegue la hora de sentarse en la silla odontológica.
El comportamiento o conducta es, en términos de psicología, el conjunto de respuestas, bien por presencia o por ausencia, que presenta un ser vivo en relación con su entorno o mundo de estímulos - Wikipedia.org -
Tipos de comportamiento de los niños ante una consulta de odontología
De acuerdo al sentir del niño, es muy probable que actúe de cuatro maneras distintas. Una reacción totalmente negativa es la primera, es cuando grita, muestra temor y rechaza por completo cualquier sugerencia.
Cuando asume una actitud de no cooperación, muestra acciones negativas y renuentes, se puede establecer que es un comportamiento negativo. En el mismo sentido, el paciente positivo actúa de manera cautelosa, acepta las sugerencias pero no se muestra entusiasmado.
El comportamiento definitivamente positivo, sería el último y es cuando hay un entendimiento y dialogo positivo entre paciente y odontólogo. Hay muestra de buena relación y es cuando se puede aplicar un tratamiento sin restricciones. Para llegar a este último punto es importante que el especialista ponga en práctica ciertas estrategias.
Técnicas de manejo de conducta para la consulta en odontología
Ante una situación de manejo de conducta, el especialista puede aplicar las siguientes técnicas:
Decir, mostrar y hacer
Es una sencilla manera de establecer un vínculo de confianza entre paciente y especialista. Tiene como finalidad dar seguridad y consiste en explicar en un lenguaje sencillo, cómo se llaman los instrumentos a utilizar y el procedimiento a seguir. También, se debe exponer lo que posiblemente se pueda sentir.
Es importante evitar mostrar instrumentos que generen ansiedad o miedo. Así mismo, en la charla no se deben incluir palabras técnicas que desentonen con la capacidad de entendimiento del niño. De esta manera, el pequeño puede sentir confianza por conocer la realidad del proceso.
Control de voz
Cuando el niño crea una situación irritable para tener el control haciendo berrinches con gritos y llantos incontrolables, es cuando se debe establecer un rol de autoridad pero sin utilizar gritos o lenguaje soez. Por el contrario, se debe buscar la manera de establecer un tono de voz y un lenguaje de seriedad para que reconozca que hay que dar un espacio al entendimiento.
Tener el control de esta situación se puede dividir en dos etapas. La primera se pone en marcha al susurrar al oído del niño para establecer que lo que hace no es correcto y que nadie le hará daño. Al persistir, se debe entrar en otra fase, que es cuando el especialista debe elevar el tono de voz para que el niño capte y sepa quién es la autoridad.
Refuerzo positivo
Esta técnica es especial para aquellos niños que, aunque han aceptado el tratamiento, sienten ansiedad por ello. Es preciso reconocer su grado de valentía y agradecer su conducta. Los elogios son indispensables para que sientan que ha valido la pena el llegar a la consulta, incluso, dar alguna recompensa o regalo puede servir de mucho.
Es muy posible que cuando deba regresar a una consulta de odontología, el niño se sienta empoderado y cooperará por saber que tendrá algo al final de la visita. El premio debe ser proporcional al grado de comportamiento del pequeño durante el proceso.
El conductismo se puede modificar siempre y cuando se apliquen las técnicas correspondientes. Esto hace que la probabilidad de que se repita el comportamiento que se refuerza sea elevada
Otras técnicas usadas en odontología
Presencia o ausencia de los padres
Es muy bien sabido que los niños tienden a comportarse de manera diferente cuando sus padres están presentes. En el caso de que no haya colaboración de parte del paciente, es indispensable pedir que los mismos se retiren para retomar el control del momento. De hecho, se puede informar que si no mantiene una buena conducta, se le pedirá al papá o a la mamá que se vaya del consultorio.
Distracción
Esta es la más aplicada por casi todos los especialistas. Se debe ser muy hábil para que haya una experiencia positiva y el niño no sienta que ha sido engañado. Se puede entablar una conversación de los programas de televisión que le gusten, cómo se llaman sus amigos del colegio o lo que le interese para darle confianza.
Desensibilización
Esta puede ser una alternativa certera a la hora de querer manejar la conducta en niños de 3 a 6 años. Consiste en utilizar modelos amigables, como peluches, muñecos u otra persona, a los que se les aplique alguna técnica odontológica. Esto hace que el niño sepa que no hay nada que temer, porque ha visto cómo no han llorado los voluntarios.
Finalmente, en el caso de que sea una emergencia y no se pueda aplicar con tiempo cualquiera de estas estrategias, se recurrirá a métodos más específicos, siempre con el consentimiento de los padres. Entre ellos, la anestesia general o la inmovilización.
