Aprende con nosotros a desarrollar tempranamente el intelecto de tus pequeños hijos en el hogar, con juegos simples y divertidos
Los juegos simples o recreaciones sencillas pueden convertirse en el motor de arranque que impulse a un futuro genio. Y ese pequeño travieso que tienes en la casa, puede aprender cosas maravillosas divirtiéndose. Numerosos estudios e investigaciones señalan a las actividades lúdicas como elementos fundamentales para el sano crecimiento de un niño.
Dar estímulos a tus hijos mediante juegos educativos es un gran recurso, si deseas propiciarle un buen futuro. Así que, como madre, tu deber es encaminar al pequeño hacia actividades que le permitan desarrollar todo su potencial cognitivo. Jugar e instruirse desde la más temprana edad es posible.
¿Los juegos contribuyen con el proceso de aprendizaje?
Sobre la enseñanza de los infantes se tejen un sinnúmero de teorías. Es creencia común que el progreso intelectual está precedido de una genialidad innata y del esfuerzo por conocer lo que nos rodea. En efecto, los niños desde edades muy tempranas, llegan a desarrollar su capacidad de entendimiento, a través de simples juegos.
Diversos científicos estudiosos de la mente humana han formulado hipótesis, acerca de la importancia de la recreación en los infantes. La más conocida es la postulada por el psicólogo y biólogo suizo Jean Piaget.
La Teoría Piagetiana expone que el juego forma parte natural de la inteligencia de los niños. Señala que los infantes evolucionan por cuatro etapas (Sensorio - motora o sensoriomotriz, preoperacional, operaciones concretas, operaciones formales), en las cuales deben ejercer tareas lúdicas específicas para su desarrollo intelectual. Lo más importante es que estas actividades no tienen que ser de gran complejidad.
Juegos Simples, he aquí la clave
La constitución de una actividad lúdica para tu hijo de tres años no debe ser muy estructurada o complicada. Como primer paso debes considerar un espacio adecuado en donde pueda disfrutar libremente. La habitación, jardín u otro lugar en el cual el niño se sienta a gusto, puede ser ideal.
Tu hijo a los tres años está en la capacidad de desplegar su creatividad para resolver problemas. Su potencial sensorial se expande principalmente por el tacto, así como a través de los sentidos de la vista y el oído.
Desarrolla sus sentidos con los siguientes juegos simples:
Rompecabezas
Fomenta su capacidad de razonar, memorizar y reconocer formas. Puedes diseñarlos tú misma a partir de su personaje o juguete favorito.
Plastilina
Moldear con sus dedos cualquier forma, estimula su creatividad. Mejora su sistema propioceptivo. Es una actividad de bajo coste y fácil acceso.
El escondite
El favorito de todo travieso. Y no te preocupes, a los tres años ya puede juguetear escondiéndose en cada rincón de la casa. Ubicación en tiempo y el espacio, con el agregado de familiarizarse con los números (contar), constituyen beneficios de mucha relevancia.
Por último, recuerda que el jugar es la forma más divertida de educar. A través de estas actividades el niño avanzará en su crecimiento sensorial y mental. Otras ventajas que se derivan, es que el pequeño adquiere herramientas sociales y aumenta su autoestima.
